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diálogos, propuestas, historias para una Ciudadanía Mundial

Liderazgo y pasividad en una organización campesina

01 / 1993

En el proceso de creación de una organización "destacan" algunos campesinos (quizá por ser menos tímidos, por tener "facilidad de palabra", por disponer de más información sobre los problemas...). Pertenecen en general al estrato medio o superior. Sus opiniones adquieren importancia. Se convierten automáticamente en representantes. Se les comisiona para que vayan, vengan, lleven, redacten.

Entonces viajan, intercambian información, establecen vínculos, y su claridad sobre las situaciones va haciéndose más completa y profunda. Crece su capacidad de analizar las cosas, de proponer vías de acción. Su aporte y prestigio son cada vez mayores, lo que los convierte en candidatos inminentes para sucesivos cargos de responsabilidad; esto los pone en una situación en la que pueden adquirir más capacidades y más información, y establecer más enlaces, lo que retroalimenta el círculo vicioso.

En este proceso van vinculándose con los correspondientes ideólogos-representantes de otras comunidades y así se forma un grupo de afinidad, se va creando una especie de identidad común.

La lógica subyacente en este proceso puede resumirse con la formulación siguiente: "que los que saben más se encarguen del asunto". De esta manera se convierten rápidamente en elementos irremplazables. Al delegar poder en ellos, su responsabilidad crece, y la responsabilidad del resto disminuye. Si las cosas funcionan mal, la gente esperará que el encargado rinda cuentas a la asamblea (no hay siquiera un mecanismo activo de supervisión por parte de la colectividad).

En las asambleas, las personas más informadas opinan; los demás callan, y oyen, y al final se adhieren a lo que dice el ideólogo. Puesto que en este proceso las posiciones se polarizan (en términos de la participación y la pasividad), tiende a establecerse una dinámica en la toma de decisiones en la que sólo unos pocos realmente inciden; aunque exista una democracia en la forma (se convoca a asamblea), en los hechos el poder no se distribuye. La gente tiende a desentenderse de los asuntos para los que ya se designó a un encargado.

¿Cómo se le podría reclamar al Administrador una decisión arbitraria o al Tesorero un desvío de fondos, si uno en su lugar habría actuado de la misma manera? No hay lo que uno llama "apropiación de la organización por parte de los socios". No la sienten suya y, de hecho, en tanto iniciativa relativamente "exógena", no es suya. Es una entidad de la que hay que sacar partido mientras se pueda y hasta donde se pueda. Si la cooperativa gana dinero ¿por qué no habría de ganarlo cada uno de sus integrantes? Y si uno trabaja para la cooperativa ¿por qué no habría uno de recibir un salario? Se establece espontánea y automáticamente una relación patrón-empleados con el Administrador.

(Y el problema aquí no es lo que sucede o no sucede con la organización, sino que con las expectativas que uno como agente externo tiene, con la ideología y los mitos que uno ha ido incorporando, la realidad sólo puede resultar desconcertante, angustiante y frustrante.)

Palabras claves

desarrollo rural, organización campesina, participación popular, fracaso, ideología, líder


, México

Comentarios

Como en todo organismo social, son algunas gentes las que más influencia ejercen en las decisiones. El tejido social no es nunca homogéneo. Tratando de quitarse los velos ideológicos, los autores describen fríamente las formas de articulación política al interior de una organización campesina, tratando de entender las formas tradicionales de cohesión y aglutinación social.

Notas

Tomado del trabajo manuscrito titulado: Desarrollo y campesinado. Una propuesta para el estudio de las organizaciones campesinas.

Fuente

Documentación gris

LEON, Arturo; FLORES, Margarita, 1989/12 (Mexico)

menciones legales