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El Hospital San Juan de Dios de Bogotá, su cierre y la vida de una de sus trabajadoras.

El trasegar al que obligó la ley 100 de 1993.

Felipe MONTEJO

10 / 2003

La crisis de la salud en Colombia empezó con la ley 100 de diciembre de 1993. Esta ley comienza a aplicarse en 1994 y se desarrolla bajo la lógica de afiliación a un seguro de salud, que puede darse por dos vías:la afiliación al régimen contributivo, al que se vinculan las personas con la capacidad de pago, incorporadas a trabajos formales, y la afiliación al régimen subsidiado, que se ofrece a personas que no tienen capacidad de pago y entran al sistema de beneficiarios (SISBEN).

Al entrar en funcionamiento esta ley, las empresas prestadoras de servicios de salud pueden entrar a competir con las públicas, es decir los hospitales, y comienzan también a aparecer las intermediaciones para acceder a la salud. La ley a su vez corta a los hospitales públicos los beneficios con los que estos beneficiaban a las personas de bajos recursos, de modo que estos hospitales entraron en un colapso financiero y después se privatizaron o se cerraron totalmente.

Uno de estos hospitales es el San Juan de Dios de la ciudad de Bogotá, cerrado aproximadamente en 1999. Su cierre dejó a muchos de sus trabajadores y trabajadoras sin empleo, sin salud y sin educación. Además, llevan más de tres años sin recibir su sueldo pues aún no se les ha definido la situación laboral y económica, con la excusa de que el Estado no tiene fondos para pagarles dichas prestaciones. Una de estas personas es Edelmira Arias Carranza, trabajadora del hospital por más de 13 años.

Todo comenzó en el momento en que empezaron a retrasar las mesadas de los trabajadores:"Cuando llegábamos a la caja para que nos pagaran, los señores del banco nos decían que volviéramos al otro día, porque ya se había acabado el dinero para pagarnos; después nos dijeron que debíamos tener tarjeta para cajeros electrónicos, con el fin de que nos evitáramos las colas en el banco". Solo les pagaron la mitad de la mesada y las mesadas que les debían quedaron extraviadas, envolatadas. Esos trastornos tenían un trasfondo.

Cuando se definió el cierre del San Juan muchos de sus trabajadores (médicos, enfermeras, estudiantes, personal administrativo, de aseo) se quedaron allí, haciendo resistencia para que reabrieran el Hospital. Inclusive una de las pacientes se encadenó e hizo huelga de hambre. Pero algo les causó mucha desilusión:fue el corte de la luz. Eso creó dispersión, pues en estas condiciones ya no se podía trabajar.

Ya son cuatro años de esta resistencia y de un abandono creciente y total del Estado. "Algunos compañeros se desanimaron al ver la falta de apoyo, pues realmente nos sentimos solos. Imagínese, es que ya son 4 años sin sueldo, sin mis prestaciones, sin derecho a salud. Yo lo único que pido es que me paguen lo que me deben y que reabran el Hospital. Nosotros no pedimos más. Los dirigentes sindicales son patronales, individualistas, no cumplen con sus funciones, ya nos dejaron abandonados, ellos andan en buenos carros, tienen su sueldo fijo y nosotros aquí, jodidos. También los estudiantes de la Universidad Nacional, quienes al principio nos apoyaban, nos abandonaron, pues consiguieron donde hacer las practicas y se fueron".

Edelmira decidió irse a vivir al Hospital. Allí trabaja una huerta en la que tiene gallinas criollas y alimentadas a la manera criolla. "No les he dado nada de purinas para engorde o levante, pues lo que yo quiero es que crezcan naturalmente. Además de que tengo mis animalitos, estoy sembrando leguminosas, papas, maíz, para autosubsistir y también venderlos, porque estas siembras son totalmente orgánicas, no tienen ningún agroquímico".

La comida que le da a las gallinas la recoge de la plaza de mercado del Policarpa (barrio ubicado en el sur de Bogotá, muy cerca al Hospital). "Algunas de las personas que tienen puestos de venta en la plaza botan los alimentos que les sobran prácticamente en buen estado. Estos son los que les doy a mis pollos, después de picárselo todo".

Edelmira trabaja 2 días al mes, mendigando, junto con una compañera. La mendicidad es una de las cosas más comunes de nuestro país y consecuencia de los malos gobiernos que hemos tenido en Colombia. Ellas salen con una alcancía. "La primera vez que hice esto me dio mucha pena, vergüenza, pero me tocó levantar la cabeza. Estuvimos en la Universidad Nacional pidiendo la colaboración de los estudiantes y los profesores, pero llegaron los celadores y nos sacaron. Cuando estábamos afuera, un señor, creo que era profesor de la universidad, nos dijo que fuéramos al banco que esta al lado de la universidad, que porque ese día les estaba pagando a los pensionados de la Universidad.

Así fue como empezamos a pedir en la calle, pero esto sólo lo hacemos 2 días al mes. Lo que recogemos con mi compañera, lo repartimos en partes iguales. Una vez fuimos a pedir dinero en Radio Melodía, pero nos encontramos con algo muy distinto. Nos hicieron una entrevista en directo. Conté cuál era la situación actual del San Juan y por qué yo estaba haciendo esto. esto lo hago por necesidad".

Lo único que exigen quienes han trabajado en el San Juan de Dios es que se les pague lo que se les debe y que se les defina la situación laboral. Están preparados para seguir dando la lucha, han denunciado su situación, pero las entidades del Estado no hacen nada, actúan como si no fuera con ellos. "Entre más daño me hacen, más resistente me siento, pero tengo algo muy claro:que si me sale trabajo estable, donde tenga todas las garantías como mi sueldo sin falta, mis prestaciones y derecho a la salud, me voy, porque la situación en la que me encuentro es muy difícil. Si muero en la lucha, dando todo de mí, moriría dignamente y con la frente en alto".

Palabras claves

Colombia, Bogotá

Comentarios

Esta experiencia personal refleja la crisis de los derechos sociales en Colombia, entre ellos, los de la salud y el trabajo. En particular, es importante reconocer que se desconocen los años dedicados por las personas a las entidades públicas y se les despide de su trabajo sin que haya mayores compensaciones.

También nos muestra una forma muy específica de resistencia, en la que se articula la vida personal y cotidiana con la defensa de un bien público como es el Hospital San Juan de Dios.

Notas

Ficha realizada en el evento "IV plenaria Nacional, Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz", Bogotá, Colombia, 9, 10, 11 de octubre de 2003, para mayor información, comunicarse con Edelmira Arias en el Hospital San Juan de Dios (Bogotá, Colombia), Mayor información remitirse a la ficha Mi Vida en el Hospital San Juan de Dios.

Entrevista con ARIAZ CARRANZA, Edelmira

CINEP (Centro de Investigacion y Educacion Popular) - Carrera 5a n° 33A-08  AA 25916, Santafé de Bogota - COLOMBIA - Tel. (57–1) 245 61 81 - Colombia - www.cinep.org.co - comunicacion (@) cinep.org.co

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