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El Informe Planeta Vivo 2006: « No hay buenas noticias »

Martine THÉVENIAUT

03 / 2007

Iniciados en 1998, estos informes de la World Wildlife Fund (WWF) tienen como objetivo de mostrar el estado del Planeta natural y del impacto de la actividad humana sobre él. El Informe Planeta Vivo confirma que estamos utilizando los recursos del Planeta más rápido de lo que éstos se pueden renovar.

La incremento de la sobreexplotación de los recursos de la Tierra

La Huella Ecológica de la humanidad, se ha más que triplicado desde 1961. Nuestra huella actual excede en casi 25 por ciento la capacidad de regeneración del planeta. El Índice Planeta Vivo muestra una rápida y continua pérdida de biodiversidad. Las poblaciones de las especies vertebradas han disminuido casi un tercio desde 1970. El mensaje de estos dos índices es claro y urgente. El mensaje de estos dos índices es claro y urgente: hemos excedido la capacidad de la Tierra para sostener nuestros estilos de vida durante los últimos 20 años, y necesitamos detenernos. Debemos equilibrar nuestro consumo con la capacidad del Planeta para regenerarse y para absorber nuestros desechos. Si no lo hacemos corremos el riesgo de generar daños irreversibles.

Estamos lejos de alcanzar el objetivo de un desarrollo sostenible!

Al comparar la Huella Ecológica con el Índice de Desarrollo de las Naciones Unidas, este informe muestra claramente que este “alto nivel de desarrollo” está muy lejos del objetivo manifiesto de alcanzar un desarrollo sostenible. Ciertos países mejoran el bienestar de sus poblaciones desviándose de la meta de la sostenibilidad y cayendo en una “sobreexplotación”, utilizando muchos más recursos de los que el planeta puede sostener. Esta dirección, inevitablemente, limita la posibilidad de desarrollo en los países pobres y la de mantener la prosperidad en los países ricos.

Ha llegado la hora de tomar decisiones vitales. Establecer cambios que mejoren nuestros estándares de vida al mismo tiempo que reduzcan nuestro impacto sobre la naturaleza no será fácil. Pero debemos reconocer que las elecciones de hoy condicionarán por mucho tiempo nuestras oportunidades futuras.

La buena noticia es que este cambio de dirección es aun posible, pero se debe estar convencido!

Contamos ya con tecnologías que pueden aliviar nuestra huella reducir significativamente las emisiones de dióxido de carbono que contribuyen con el calentamiento climático.

Algunas compañías líderes y algunos gobiernos se esfuerzan por detener, a una escala sin precedentes, la pérdida de la biodiversidad mediante la protección de los hábitats vitales. Pero todos debemos hacer aún más. El mensaje del Informe Planeta Vivo es que estamos gastando más de lo que tenemos, y que las elecciones que cada uno de nosotros haga hoy

afectarán las posibilidades de las generaciones por venir.

El precio de la deuda ecológica

A diferencia del capital financiero, que puede ser fácilmente cambiado por otro de igual valor monetario, los recursos ecológicos no son fácilmente intercambiables. La deuda ecológica mide el riesgo de que los recursos y los servicios ecológicos no estén más disponibles en el futuro para suplir las demandas de la humanidad. La utilización excesiva de un recurso ecológico, como la pesca, no podrá ser compensada por ningún otro recurso, los bosques, por ejemplo. El escenario « Business as Usual » evalúa las consecuencias de la sobreexplotación continua como la suma de todos los déficit anuales. En 2050 la deuda acumulada sería equivalente a 34 años de productividad biológica de todo el planeta. Además, la sobreexplotación continuaría más allá del 2050 y la deuda seguiría acumulándose.

Sin evaluación, no hay una administración eficaz.

Sin contabilidad financiera, los negocios operarían a ciegas, a riesgo de caer en bancarrota. Sin la contabilidad de los recursos, los déficits ecológicos y la sobreexplotación pasarían inadvertidos y muy probablemente persistirían. En el momento en que los efectos de la sobreexplotación se hiciesen evidentes, sería demasiado tarde para cambiar el curso y evitar la bancarrota ecológica. El colapso de la pesca en la costa oriental de Canadá y los efectos severos de la deforestación en Haití son dos ejemplos desafortunados.

La necesidad de enfocar primero las “cosas lentas”

En el marco de una transición hacia un mundo sostenible, resulta esencial de tener en cuenta los plazos de aplicación. Los esfuerzos para controlar la rápida escalada de la sobreexplotación y evitar el colapso de los ecosistemas debe considerar la lentitud de los tiempos de respuesta de la población humana y de la infraestructura. Las personas nacidas y la infraestructura construida hoy determinarán el consumo de los recursos durante la mayor parte del resto de este siglo.

Informe realizado por el WWF, organización independiente para la conservación de la naturaleza, que cuenta con, aproximadamente, 5 millones de miembros y una red mundial activa en mas de 100 países (www.panda.org) con la Sociedad Zoológica de Londres (Zoological Society of London-ZSL), organización internacional de educación y de protección de la naturaleza (www.zoo.cam.ac.uk/ioz) y con el Global Footprint Network (GFN), quien propone la huella ecológica como herramienta de medida de la sostenibilidad con el fin de promover una economía durable (www.footprintnetwork.org).

Palavras-chave

mudança climática, ecologia, desenvolvimento sustentável, degradação do meio ambiente, proteção do meio ambiente

Notas

Traducción en español: Brunilda Rafael y Paul M. Makédonski

Este artículo está tan disponible en inglés, portugués y francés.

Este artículo está disponible en el blog: Boletín Internacional de Desarrollo Local Sostenible.

Fonte

El Informe Planeta Vivo 2006, realizado por el WWF

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