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Experiencia en manejo orgánico de cultivos de la Corporación Suna Hisca

Carlos SALGADO

03 / 1996

Las políticas de investigación orientadas al incremento de la productividad del café en Colombia han tenido fuertes impactos económicos y ambientales. Las nuevas variedades, particularmente la caturro Colombia, exigieron el retiro de la cubierta arbórea que usaban los cafés tradicionales y crearon la dependencia de los insumos químicos. Se produjo entonces el corte de árboles maderables y frutales, se desterró la producción alterna de alimentos y se perdieron los forrajes y cubiertas naturales del piso.

El paisaje altamente diverso de las zonas cafeteras ha sido transformado por cultivos de una sola especie, sin sombrío, sin manejo de suelos, con altos subsidios energéticos. El resultado es el del deterioro de los suelos, pérdida de fuentes de agua, disminución de la variedad de productos y amenaza a la estabilidad de los pequeños productores.

El trabajo desarrollado por la Corporación Suna Hisca en el Municipio de Fallan pretende evaluar y ofrecer alternativas concretas para los pequeños agricultores y realizar aportes concretos en la sostenibilidad de otras zonas cafeteras del país. La experiencia se inició con un programa piloto sobre el manejo de suelos que dio paso a programas de manejo orgánico de cultivos. La experiencia más desarrollada en cultivos es la del café, producto básico en la región, y se ha hecho sobre las siguientes estrategias:

1. Producción de materia orgánica para utilizar como fertilizante y activador de la vida microbial del suelo. La base ha sido el desarrollo del cultivo de lombrices (Eisenia Faetida), la utilización de afluente de biodigestores, la producción de abono en composteras y, en algunos casos, la utilización de materia orgánica proveniente de plantas acuáticas (azolla sp.).

2. Se han reintroducido componentes arbóreas en la parcela, con diferentes especies como el chachofruto (Erythrina Edulis), el nacedero (Trichantera Gigantea), los cambulos carboneros (Albicia Carbonaria)y el nogal cafetero (Cordia Aliodova).

Con excepción del nogal, utilizado como madero, y, en algunos casos, el carbonero por su uso para sombra, el uso de los demas árboles tiene como fin lograr un aporte de biomasa al suelo mediante podas regulares.

3. Recientemente se iniciaron experiencias en la utilización de caldos de microorganismos para la fertilización de plantaciones de café.

4. Se realizan mediciones del aporte que el desyerbe hace al suelo en terminos de biomasa.

5. Se desarrollan experiencias de evaluación de escorrentia en las parcelas donde se maneja el café orgánico y se inicio un programa de terraceo en lotes productivos.

6. En algunas de las parcelas se llevan mediciones sistemáticas de parámetros, para poder conocer el impacto agronomico y de conservación del suelo que se genera a partir de las actividaes descritas. La medición incluye evaluaciones económicas.

7. Estas actividades hacen parte del trabajo de desarrollo comunitario y búsqueda de alternativas en desarrollo sostenible.

La zona cafetera colombiana está ubicada en las laderas de la Cordillera de los Andes, entre los 1. 200 y los 1.800 m.s.n.m. Al sistema de producción cafetero están vinculados muchos campesinos pequeños; se estima que el café demanda alrededor de 390.000 jornales al año para la realización de todas su labores y que hay cerca de 190.000 parcelas de campesinos, ocupando unas 390.000 hectáreas sobre las un millón dedicadas al café en el país.

La Federación Nacional de Cafeteros agremia a los productores y es responsable de las políticas económicas, comerciales, técnicas, de investigación y crediticias para el grano, tanto a nivel nacional como internacional.

No obstante la ingerencia de la Federación en el manejo de la política, ha sido difícil sortear la crisis derivada de la ruptura del Pacto Mundial del Café, por sus efectos negativos en cantidades y precios.

Ligado al manejo de políticas de investigación, que buscaron incrementar la productividad, hay también un resultado grave de la economía cafetera en terminos de impacto ambiental. Las nuevas variedades, particularmente la caturro Colombia, exigieron el retiro de la cubierta arborea que usaban los cafes tradicionales y crearon la dependencia de los insumos químicos. Se produjo entonces el corte de árboles maderables y frutales, se desterro la producción alterna de alimentos y se perdieron los forrajes y cubiertas naturales del piso.

El paisaje altamente diverso de las zonas cafeteras ha sido transformado por cultivos de una sola especie, sin sombrio, sin manejo de suelos, con altos subsidios energeticos. El resultado es el del deterioro de los suelos, perdida de fuentes de agua, disminución de la variedad de productos y amenaza a la estabilidad de los pequeños productores.

El trabajo desarrollado en la zona de Fallan, pretende evaluar y ofrecer alternativas concretas para los pequeños agricultores y realizar aportes concretos en la sostenibilidad de otras zonas cafeteras del país.

Palavras-chave

ONG, café


, Colômbia, Fallan, Tolima

Comentários

Esta experiencia provee criterios y metodologías que pueden ser utilizadas por cualquier pequeño productor de las zonas cafeteras del país. Puede también ser utilizada en otros países, en áreas cafeteras de similares condiciones ecológicas.

Notas

Ficha del Convenio RIAD-VNU, transferida a DPH por G. Alatorre, GEA-PASOS

Fonte

CORPORACION SUNA HISCA @AUTOP=RODRIGUEZ, Carlos, 1995/08/08

CINEP (Centro de Investigacion y Educacion Popular) - Carrera 5a n° 33A-08  AA 25916, Santafé de Bogota - COLOMBIA - Tel. (57–1) 245 61 81 - Colômbia - www.cinep.org.co - comunicacion (@) cinep.org.co

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