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diálogos, propuestas, historias para uma cidadania mundial

El derecho a habitar en un municipio para la vida -1-

Araceli Noemí BARRAGAN SOLIS

10 / 2000

Conquistar este derecho a habitar es el compromiso asumido por municipalistas que compartimos la consigna común de acción consensada desde la sociedad civil latinoamericana reunida en el evento al encuentro de ’una ciudad para la vida’, realizado en Quito, Ecuador en noviembre 1996, último evento de este sector previo a la cumbre de las ciudades, Hábitat II.

El proceso que nos permite avalar este compromiso parte del apoyo y acción conjunta, que desde mediados de los 70, venimos desarrollando los procesos populares urbanos y los organismos civiles de profesionistas y, técnicos y que a mediados de los 80, se profundiza dada la vinculación de dirigentes urbanos y ciudadanos a la gestión municipal. En 1987, año internacional de las personas sin hogar, lo local surge con mayor fuerza en los procesos de lucha por el hábitat; tanto el Frente Continental de Organizaciones Comunales (FCOC) como la Coalición Internacional del Hábitat (HIC) empiezan a considerar relevante la vinculación entre gestión municipal, hábitat y procesos de poblamiento.

A ello se suma que, entre 1988 y 1990, se da en nuestro país una insurgencia municipalista, que provoca el inicio de cambios en la gestión municipal tradicional y donde se ve con mayor claridad la articulación de las demandas y propuestas de los procesos populares urbanos más politizados con la acción de gobierno y con la necesidad de generación de políticas públicas en lo urbano, lo territorial, lo ambiental, en torno al hábitat. Ante ello, en 1991, en el marco del foro internacional ’¿Un Futuro Común? Poblamiento, desarrollo, medio ambiente’, realizado en México, promovimos la apertura de una mesa que discutiera sobre la dimensión municipal del desarrollo sustentable, reiterando la importancia de este ámbito de acción, cuyas facultades y, atribuciones fundamentales están ligadas a éstos objetivos.

Un momento crucial de este caminar se concretó en la conferencia mundial sobre medio ambiente y desarrollo, ECO’92, donde desde el FCOC, el HIC y el foro brasileño de reforma urbana, construimos, en un proceso de reflexión y aporte colectivo, el tratado por ’Ciudades, villas y poblados justos, democráticos y sustentables ’, donde se habla con claridad de una articulación más estratégica entre vivienda, hábitat y desarrollo sustentable, que incluye primordialmente una mayor participación de la sociedad en la toma de decisiones respecto de su presente y su futuro, así como una igualdad de oportunidades y acceso a todos los satisfactores en su territorio.

A partir de ahí y con una clara idea de vincular la acción y los sectores que actúan en el ámbito municipal en torno a esta problemática del hábitat y el desarrollo sustentable, promovimos un intercambio entre redes de educación popular, redes que trabajan en torno al hábitat, autoridades y funcionarios municipales, organizaciones sociales y municipalistas, especialistas y académicos, que culminó en 1994 en la constitución de la red latinoamericana para la construcción de poder local.

El encuentro latinoamericano reivindica y valora en forma importante el esfuerzo que hombres, mujeres, jóvenes, niños y niñas, y personas de la tercera edad, de diversas razas, credos religiosos, y convicciones políticas, de todo el mundo, desarrollan para hacer de los asentamientos humanos, las ciudades y municipios, centros de vida.

De hecho, el grueso de la vivienda nueva para sectores de bajos ingresos producidos en nuestro país, ha sido hecha por la propia población. Así, se han construido ciudades y asentamientos humanos por quienes los habitan y los producen para vivir, para el autoconsumo y no para el lucro, desarrollando sistemas populares de producción y de mantenimiento de la vida, de la actividad económica, de la solidaridad y de la cultura. Es esta práctica social la que ha producido más viviendas, servicios, cultura, en fin, ciudad, -y, seguramente, también más municipio- que ninguna otra acción o política pública o privada.

Las ciudades y poblados rurales han crecido rápidamente en nuestro continente, y vivir en éstos ha sido y es una conquista cotidiana para sus habitantes. Millones de hombres y en especial de mujeres, enfrentan con éxito esta conquista, combinando en ello su esfuerzo personal, su solidaridad de acción asociativa, su organización y presión sobre los poderes públicos y privados que les oponían resistencia. En muchas oportunidades han contado con el apoyo de grupos de técnicos y profesionales que han hecho causa común por hacer de maestras ciudades, y ahora de nuestros municipios, lugares habitables.

Palavras-chave

moradia, moradia, política de meio ambiente


, México, Mexico, Mexico dc

Comentários

Las políticas públicas y los marcos institucionales deben contribuir a generar esas condiciones, como parte de reales y efectivos procesos de descentralización que den nuevas características, roles y recursos a los gobiernos locales. De hecho, en muchos municipios, se vienen desarrollando experiencias importantes a nivel social y municipal como resultado de las cuales surgen nuevas formas de ejercicio de gobierno y acción social local que demandan y constituyen formas de gestión basadas en el diálogo y la concertación. Esta gestión social se ha ido cristalizando, en algunos casos en derechos conquistados e instituciones que, a su vez, se han convertido también en tradición, en forma cultural, socialmente aceptados y validados. La autoproducción y la producción social del hábitat constituye, así, en cada país, un sólido sistema popular pero no todavía parte de un sistema nacional, al no contar con el apoyo de normas y procedimientos adecuados, sistemas de financiamiento y asistencia técnica, que considere sus particularidades. A pesar de las múltiples acciones desarrolladas, para las grandes mayorías, la vivienda y el hábitat adecuados son un derecho violado en múltiples formas: en la dificultad o imposibilidad de acceso al suelo, de contar con equipamientos públicos y sociales, con agua segura y adecuados sistemas de eliminación y procesamiento de desechos, con vialidad y transporte, con edificaciones que ofrezcan condiciones de habitabilidad adecuadas en un entorno ambiental sostenible; en el deterioro de las condiciones de acceso al crédito o en la utilización de fondos públicos captados para fines de vivienda y no aplicados a tales fines; en la resistencia de algunos países a normar de manera positiva -e incluso a siquiera considerar- el reconocimiento explícito de este derecho, dando marcha atrás en los acuerdos internacionales suscritos a lo largo de estos años, entre ellos los de Vancouver.

Notas

La presente ficha es el resultado de la selección informativa de los escritos de opinión que publicó LOMBERA GONZALEZ, Rocío del equipo de Desarrollo y Gestión Municipal de COPEVI.

Fonte

Documento interno

LOMBERA GONZALEZ, Rocío, COPEVI - PROGRAMA DE DESARROLLO Y GESTION MUNICIPAL, Artículos de opinión, COPEVI, 1997/05/00 (México), 1, 56

COPEVI (Centro Operacional de Vivienda y Poblamiento) - 1o. de Mayo No. 151, San Pedro de los Pinos, México, D.F. 03800 MEXIQUE Phone: 52 55159627 - México - copevi (@) laneta.apc.org

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